Desgaste de los neumáticos en verano

El desgaste de los neumáticos en verano es un fenómeno común debido a las altas temperaturas que pueden causar que el caucho se degrade más rápidamente. El calor intenso aumenta la presión del aire dentro del neumático, lo que puede provocar una mayor fricción con la carretera. Además, las superficies asfaltadas suelen calentarse considerablemente.  

La conducción a altas velocidades, común en esta estación, también genera más calor y fricción. Es crucial mantener una correcta presión de los neumáticos, realizar revisiones periódicas y evitar maniobras bruscas para prolongar su vida útil. Usar ruedas de verano, diseñadas específicamente para estas condiciones, también puede ayudar a minimizarlo. 

Cómo medir el desgaste de los neumáticos 

Medir el desgaste de los neumáticos es importante para garantizar la seguridad y el rendimiento, ya que es una pieza importante del coche. La forma más sencilla es usar un medidor de profundidad de la banda de rodadura. Este dispositivo se inserta en las ranuras de la rueda para medir la profundidad restante del caucho. La mayoría de las ruedas tienen indicadores en forma de pequeñas barras de goma situadas entre las ranuras principales.  

Cuando la banda de rodadura se desgasta al nivel de estas barras, es hora de cambiarlos. También se puede usar una moneda de un euro: si el borde dorado queda visible al insertarla en la ranura, el neumático está desgastado. Revisar las ruedas regularmente y mantener una correcta alineación y presión ayuda a reducir el deterioro. 

Cuál es el límite del desgaste de las ruedas 

El límite del desgaste de las ruedas es crucial para la seguridad vial y está regulado por leyes en muchos países. En general, la profundidad mínima legal de la banda de rodadura es de 1.6 mm. Cuando alcanzan este límite, su capacidad de agarre se reduce especialmente en condiciones de lluvia, aumentando el riesgo de aquaplaning y accidentes.  

Es recomendable revisar las ruedas regularmente con un medidor de profundidad o utilizando los indicadores incorporados en la mayoría de los neumáticos modernos. Superar el límite no solo compromete la seguridad, sino que también puede resultar en multas y fallos en las inspecciones técnicas. Cambiar las ruedas antes de alcanzar este límite garantiza un mejor rendimiento y mayor seguridad en la carretera. 

Causas 

El desgaste de los neumáticos es un proceso natural influenciado por varios factores. La presión incorrecta, tanto alta como baja, es una causa común, ya que puede reducir su vida útil. La alineación y el balanceo inadecuados también a su deterioro. Las condiciones de la carretera, como baches, superficies rugosas y escombros, también aceleran el deterioro.  

Además, el estilo de conducción influye bastante; frenadas bruscas, giros cerrados y aceleraciones rápidas aumentan la fricción y el deterioro. La carga excesiva del vehículo y la falta de rotación regular de las ruedas también son factores importantes. Finalmente, las condiciones climáticas extremas, tanto el calor como el frío, pueden acelerar el deterioro del caucho. 

Acciones que aceleran el desgaste de los neumáticos 

Hay varias acciones que pueden acelerar el deterioro de las ruedas de un vehículo. Conducir a altas velocidades aumenta la fricción y el calor, lo que degrada el caucho más rápidamente. Las frenadas bruscas y las aceleraciones rápidas por la intensa fricción con la carretera. Por otro lado, tomar curvas cerradas a alta velocidad ejerce presión adicional.  

Mantener una presión incorrecta, ya sea demasiado alta o baja, provoca un deterioro irregular y prematuro. La falta de rotación periódica de las ruedas también influye. Además, llevar una carga excesiva aumenta la presión sobre ellas, acelerando su deterioro. Por último, influye no realizar un mantenimiento regular, como la alineación y el balanceo. 

Ruedas de repuesto 

Las ruedas de repuesto son un componente esencial para la seguridad y movilidad de cualquier vehículo. Suelen estar ubicadas en el maletero o debajo del vehículo y permiten sustituir un neumático dañado en caso de pinchazo o fallo. Existen varios tipos: las de tamaño completo, idénticas a las demás ruedas del vehículo, y las de emergencia, más pequeñas y ligeras, diseñadas solo para uso temporal y a baja velocidad.  

Es importante revisar periódicamente la presión y el estado de la rueda de repuesto para asegurarse de que esté en condiciones óptimas cuando se necesite. Además, aprender a cambiarla puede ser una habilidad muy útil en situaciones de emergencia en carretera.