¿Puedo desgravar el coche de renting de la empresa?

Sí, puedes desgravar el coche de renting de la empresa siempre que se utilice exclusivamente para fines profesionales. Para ello, tienes que cumplir con una serie de requisitos económicos, legales y administrativos impuestos por Hacienda. 

Los gastos del renting, como las cuotas mensuales y el IVA asociado, podrán deducirse en la contabilidad del negocio y en la declaración del IVA, siempre y cuando se respete el porcentaje de afectación al negocio. Si el coche se utiliza también para fines personales, solo será deducible la proporción atribuible al uso profesional. 

Desgravar renting coche empresa: cómo se hace 

Para desgravar un coche de renting en una empresa, primero debes asegurarte de que el vehículo se utiliza para fines exclusivamente profesionales o determinar la proporción destinada a la actividad de la compañía si también tiene un uso personal. Las cuotas de renting deben registrarse como gasto deducible en la contabilidad del negocio.  

En cuanto al IVA, es posible deducir el 100 % si se justifica el uso profesional exclusivo, mientras que, en caso de un uso mixto, se aplicará el 50 %, que suele ser lo habitual. Es importante conservar las facturas y cualquier documentación que acredite la relación del coche con la actividad empresarial, ya que Hacienda puede requerir pruebas en una inspección. 

Desgravar renting coche empresa: requisitos y documentación  

Para desgravar el renting de un coche de empresa, es necesario cumplir con ciertos requisitos y disponer de la documentación adecuada. Vamos a empezar a mencionar el primer punto y todos sus elementos: 

• Uso profesional. El coche debe estar destinado total o parcialmente a actividades de la compañía. En caso de uso mixto, solo se podrá deducir el porcentaje proporcional.
• Relación con la actividad. Debe existir una relación directa entre el uso del vehículo y la actividad de la empresa o del autónomo.
• Afectación a la actividad económica. Si eres autónomo, debes incluir el vehículo en el registro de bienes afectos a tu actividad profesional. 
• Consistencia fiscal. El tratamiento contable y fiscal de esta financiación debe reflejarse correctamente en las declaraciones de IVA e Impuesto sobre Sociedades o IRPF.

Cumplir con estos puntos te permite deducir esta financiación y minimizar riesgos en caso de inspección fiscal. Por otro lado, también necesitas aportar una documentación específica: 

1.  Contrato de renting. Es imprescindible disponer del contrato firmado con la empresa arrendadora, donde se detallen las cuotas, condiciones y características del coche.
2. Facturas. Tienes que conservar las facturas mensuales de esta financiación para justificar los gastos y el IVA deducido.
3. Justificación del uso profesional. En caso de inspección, es importante contar con registros que acrediten el uso profesional, como un libro de rutas, agendas laborales o informes de kilómetros realizados por motivos de trabajo.
4. Declaraciones fiscales. Guardar los modelos de declaración de IVA y el Impuesto sobre Sociedades o IRPF donde se refleje la deducción de este gasto.
5. Documentación adicional. Si se aplica una deducción parcial por uso mixto, es recomendable tener una estimación del porcentaje de uso profesional.

Cómo y cuándo se puede desgravar el renting 

El renting de un coche puede desgravarse cuando está vinculado a la actividad económica de la empresa o del autónomo y cumple con los requisitos fiscales. Para hacerlo, las cuotas mensuales se incluyen como gasto deducible en la contabilidad de la empresa o en el libro de gastos si se trata de un autónomo. 

Es fundamental disponer de las facturas y justificar el uso del vehículo en caso de inspección, por ejemplo, mediante un registro de trayectos. Este gasto puede deducirse tanto en las declaraciones trimestrales de IVA como en el Impuesto sobre Sociedades o IRPF en cada ejercicio fiscal, dependiendo del régimen en el que opere el contribuyente. 

Desgravar renting coche empresa: consejos 

Para maximizar los beneficios fiscales al desgravar el renting de un coche de empresa, es importante seguir ciertos consejos que te ayudarán a cumplir con la normativa y evitar problemas en caso de inspección: 

1. Justifica el uso profesional. Mantén registros claros que demuestren que el vehículo se utiliza para actividades de la compañía, como agendas, informes de kilometraje o rutas de trabajo. 
2. Conserva toda la documentación. Guarda todas las facturas, el contrato y cualquier documento relacionado con dicha financiación, para la futura inspección de Hacienda.
3. Evalúa el uso mixto del coche. Calcúlalo de forma precisa el porcentaje de uso profesional en caso de que lo utilices para ambos fines.
4. Revisa las normas del IVA. Dependiendo del uso que le des, profesional o mixto, puede aplicarse un 100 o un 50%.
5. Integra el gasto en la contabilidad correctamente. Asegúrate de registrar las cuotas mensuales como gastos deducibles.
6. Consulta con un asesor fiscal. Para evitar errores, es recomendable contar con el apoyo de un profesional que te oriente sobre la mejor forma de deducirlo y asegure el cumplimiento de la normativa vigente. 

Es fundamental disponer de las facturas y justificar el uso del vehículo en caso de inspección, por ejemplo, mediante un registro de trayectos. Este gasto puede deducirse tanto en las declaraciones trimestrales de IVA como en el Impuesto sobre Sociedades o IRPF en cada ejercicio fiscal, dependiendo del régimen en el que opere el contribuyente. 

Proceso para recibir la deducción 

Para recibir la deducción del renting de un coche de empresa, es necesario seguir un proceso estructurado. En primer lugar, verifica que el vehículo está destinado a actividades profesionales y su respectivo porcentaje. Después, registra correctamente las cuotas mensuales como gasto en la contabilidad o en el libro de gastos si eres autónomo. 

En el caso del IVA, incluye la deducción en las declaraciones trimestrales, aplicando el porcentaje correspondiente al uso profesional. Además, guarda las facturas en caso de una inspección de Hacienda. Por último, incluye los gastos deducidos en la declaración anual del Impuesto sobre Sociedades o en el IRPF.